"A veces hay que ser infiel a uno mismo para tener éxito", reza L´equipe en su título de hoy luego de la derrota del Bayern frente al Real Madrid.

 "El sentido práctico de Ancelotti ha sido mejor que la posesión de Guardiola", como siempre y pertinente a su cultura, Gazzetta dello Sport.

 "La posesión no significa nada cuando el rival tiene sus oportunidades", grita Beckenbauer, el mismo que sufrió al Ajax en los ´70, enemigo ideológico de Michels y Cruyff.

 

"El mejor equipo del mundo en los contraataques", dañó al Bayern de esa forma. Es lo de siempre. El equipo que tiene la iniciativa muchas veces puede quedar en una circulación lenta, en extremos fijados con marca, en no generar demasiadas superioridades en la línea siguiente, en no crear demasiadas situaciones de gol. El "Más rápido va, más rápido vuelve" puede atentar contra todo esto. No fue bueno el segundo tiempo del Bayern de Guardiola. Kroos casi nunca encontró al 9 (sólo tres pases hacia él) para romper mediante la llegada de otro mediocampista tras el aguante de espalda del croata, o mermaron los movimientos que hacían recibir al 39 en posición de lateral izquierdo para beneficiar los ataques.


Existe una necesidad muy grande de ridiculizar a la posesión al modelo de juego que aquí se intenta representar y reivindicar desde 2004 (casi diez años). Sólo hace falta una derrota importante para que se enciendan las luces y las dudas. El planteo de Ancelotti, hubiera sido tan ridiculizado como el de Guardiola si el Bayern hubiera convertido en los primeros 18 mminutos de juego.

Si bien este conjunto de ideas relacionadas al juego presentó nuevos adherentes tras los cuatro años de Guardiola en Barcelona y el Mundial ganado por España, no se ha ido la intención de ridiculizar al mismo. Muchos compraron los nuevos libros que hablan de Pep y la otra forma ganar de nuevos autores ahora académicos de la escuela holandesa, pero nunca miraron una temporada completa del Dream Team. En los planos ideológicos y culturales, allí permanece actuante, vigorosa, incisiva, la necesidad de ridiculizarla. No ha logrado derrotar el corpus hegemónico de ideas que, desparramadas en el sentido común por enormes dispositivos de difusión, se funden en las subjetividades de millones de personas. Hay un mensaje notorio para ridiculizar a la posesión en cada derrota. Algún dia volveremos a 2004, a 2006, cuando a Xavi lo querían en el banco o Iniesta no pateaba al arco.

No tapamos lo que hizo tan bien el Madrid en el segundo tiempo, de hecho mostramos en el video lo mejor que hizo el equipo de Ancelotti. También es una buena forma de ganar tener la posesión del espacio antes que la del balón, no la ridiculizamos. Sólo debemos notar la franela ficticia a Guardiola y al conjunto de ideas para jugar de una manera contracultural a lo habitual. Quizás muchos siguen necesitando a los resultados para convencerse.


"Me vienen a convidar a arrepentirme,
me vienen a convidar a que no pierda,
me vienen a convidar a indefinirme,
me vienen a convidar a tanta mierda",

 Silvio Rodríguez, canción interpretada por Los Bunkers. Música chilena en Paradigma.