Cuando el ideario relacionado al juego de ataque y al intentar el orden a través de la posesión del balón lograba acentuarse y producía empatía, los últimos resultados por parte de equipos enmarcados en el modelo, ponen en jaque su hegemonía y potencian explosiones contra su resistencia.

Si al triunfo de Brasil frente a España en la Copa Confederaciones, se le suma Atlético de Madrid rompiendo la cadena de títulos del Barcelona, al Chelsea ahogando el canto académico del Liverpool y, ahora, la goleada del Real Madrid sobre Bayern Munich, el contexto actual declama un cambio de tendencia y estilo en el fútbol actual. Los resultados arman modas y la que se avecina le daría la espalda al conjunto de ideas y convicciones que defiende este blog.

Un modelo infinitamente citado, muchas veces copiado superficialmente, pocas veces interpretado integralmente, ninguneado en los primeros años del nuevo milenio y que sigue generando antipatía en entrenadores y simpatizantes que esperan caricaturizarlo en cada caída para permanecer escudados en un modelo opuesto o con menor complejidad.

Asfixiados por las ansias de tomar iniciativas, atacar y tomar riesgos en defensa, no dudarán en maltratar a quien intente relevar la posta justo ahora que los resultados indican otro camino y otra meta.

Acabada la franela impostora a Guardiola por parte de los grandes medios de comunicación, destinados a adular la victoria de turno, el mismo Pep se encuentra en una trinchera justo en un territorio que vio nacer históricamente una cultura contrapuesta a la que él fue educado.

Un espacio donde las intenciones de su ideario deberán refutar la complementariedad en él de mediocampistas como Bastian Schweinsteiger, Javi Martinez, defensas centrales como Boateng o Van Buyten, o egos como los de Ribery.

La primera temporada de Guardiola en Alemania tuvo interrogantes y lesiones en su inicio, aplausos a un juego innovador y creativo en su trama y culmina con más interrogantes que al principio debido a los duelos frente al Real Madrid. Desde un espacio calmo e ideal para el trabajo diario a una trinchera que ya oye explosiones. La misma que se convertirá en espacio guardián ante una nueva corriente que exigirá evolucionar conceptos.